El gobierno del popular David Pérez ha sido condenado por
segunda vez consecutiva, por el recorte de jornada y salario de una trabajadora
municipal. La sentencia, emitida por el Juzgado de lo Social de Móstoles con
fecha 14 de noviembre, estima totalmente la demanda interpuesta por la
trabajadora, declarando nula la decisión
del Ayuntamiento de Alcorcón de modificar la jornada del puesto de trabajo
de la misma.
Asimismo, condena al
Ayuntamiento a que deje la decisión sin efecto y reponga a la trabajadora a sus condiciones de trabajo anteriores en
cuanto al horario en que ha de desarrollar su jornada de trabajo, abonando las
diferencias salariales que hubiera dejado de percibir. Contra la sentencia no
cabe recurso alguno.
La noticia ya sería de por sí suficientemente importante,
pero todavía lo es más porque es la segunda vez que el Ayuntamiento de Alcorcón
es condenado por la misma cuestión sobre la misma persona. Haciendo un pequeño
resumen de los hechos, a la trabajadora se le redujo el horario y jornada en el
mes de enero de 2013, junto con los despidos de otros 55 compañeros/as. En el
mes de mayo del mismo año, el mismo juzgado condena al Ayuntamiento por fraude
de ley, en los mismos términos que la sentencia ahora conocida, pues las circunstancias
no han variado desde esa fecha. Dicho fallo no se hizo efectivo hasta el 25 de
septiembre. El 16 de octubre, vuelven a comunicarle a la trabajadora la decisión
de reducirle jornada y salario, hecho que provoca la actual demanda y
sentencia.
En su sentencia, el juez señala la “actitud renuente” del
Ayuntamiento a cumplir la anterior sentencia, recordándole suficiente
jurisprudencia al respecto sobre la resolución de cosas ya juzgadas.
A la vista de lo cual, se nos acaban los adjetivos para
calificar la actuación de los responsables de Recursos Humanos, con su concejal
a la cabeza, volviendo a caer en errores en los que no incurriría ni un
estudiante de 1º de Derecho. Si además, tenemos en cuenta que la compañera es
delegada del Comité de Empresa, nos hace sospechar que tras estas decisiones no
se oculte sólo una mera cuestión laboral.
Esperemos que por fin pueda la compañera desarrollar su
trabajo con tranquilidad y atender a los vecinos/as de Alcorcón (es terapeuta
ocupacional) con la misma calidad y disposición que ha hecho hasta ahora, si es
que no tenemos alguna nueva "ocurrencia" de las cabezas pensantes del
Ayuntamiento.