Hace falta tener muy poca vergüenza, conocimiento de la legislación laboral y cultura democrática, para realizar las declaraciones efectuadas por parte del Concejal del Partido Popular, D. Antonio Ramírez Pérez, en el pasado Pleno Municipal contra los Delegados y liberados sindicales.
Siguiendo los postulados de su queridísima Presidenta, Doña Esperanza, se lanzó a un ataque contra sindicatos y sindicalistas que nos dejó perplejos a más de uno por la trayectoria del personaje, al que se le han debido de olvidar sus orígenes en el CDS –Centro Democrático y Social-, para pasar a representar, por sus declaraciones, a la derecha más cafre y reaccionaria, insultando a los liberados y, por ende, delegados sindicales, llamándolos "caterva: Multitud de personas o cosas consideradas en grupo, pero sin concierto, o de poco valor e importancia. Utilizada en sentido peyorativo." Fuente: Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.
Los Delegados somos cargos electos, elegidos democráticamente en consultas que se realizan cada cuatro años, por todos aquellos trabajadores/as con derecho a voto que libremente nos eligen para que les representemos y defendamos en los diferentes foros y ámbitos laborales -negociación colectiva, formación, asesoría laboral y judicial…- sean afiliados o no.
Algunos de ellos, y en función de su responsabilidad, desempeñan su trabajo a tiempo completo dentro del sindicato, para así poder asistir a reuniones con la Corporación, Empresarios, Consejos Rectores…., son los denominados “liberados sindicales” y, según este señor, responsables de la actual situación económica y sanitaria en la Comunidad de Madrid. ¡¡Toma ya, que importantes que somos¡¡
Los políticos –Concejal, Senador, Diputado autonómico o nacional…- son cargos electos, elegidos democráticamente en consultas que se realizan cada cuatro años, por todos aquellos ciudadanos/as con derecho a voto que libremente les eligen para que les representen y defiendan en los diferentes foros y ámbitos sociales, sean afiliados o no.
Algunos de ellos, y en función de su responsabilidad desempeñan, su trabajo a tiempo completo dentro del Partido, para así poder asistir a reuniones con los Sindicatos, Empresarios, Plenos, Consejos Rectores…., ¿les suena?. Pues sí, podríamos decir que son “liberados políticos” pues no tienen otra ocupación ni remuneración a parte de la del cargo que ostentan.
Algunos de ellos, y en función de su responsabilidad desempeñan, su trabajo a tiempo completo dentro del Partido, para así poder asistir a reuniones con los Sindicatos, Empresarios, Plenos, Consejos Rectores…., ¿les suena?. Pues sí, podríamos decir que son “liberados políticos” pues no tienen otra ocupación ni remuneración a parte de la del cargo que ostentan.
Entonces, ¿cual es la diferencia entre unos y otros para que este señor se permita cargar contra los “liberados sindicales” representantes legales de los trabajadores?.
Muy sencilla:
1.- Mientras que un liberado sindical no recibe ni un céntimo más de lo que percibía en su puesto de trabajo, un liberado político normalmente duplica o triplica su salario al acceder al cargo, o renuncia a la dedicación exclusiva para así poder cobrar su magnífico salario como Consejero de alguna gran empresa, empresario… y además cobrar por asistencia a Plenos, Consejos Rectores, etc…
2.- Para ser Delegado Sindical primero hay que ser trabajador, haber obtenido un puesto de trabajo, que en el caso de las Administraciones Públicas supone el superar una fuerte Oposición por los principios de Igualdad, Mérito y Capacidad, hay que demostrar que vales. Para ser liberado político, al parecer según en qué partido, basta como mérito tener un carné de afiliación y capacidad de tragaderas para aferrarse al cargo.
3.- Los liberados sindicales tienen conciencia de clase e ideología que defienden a capa y espada, con errores a veces por supuesto, pero no condicionamos nuestras ideas ni cambiamos de filas para poder sentarnos en las poltronas tan bien remuneradas como ha hecho este señor.
Muy sencilla:
1.- Mientras que un liberado sindical no recibe ni un céntimo más de lo que percibía en su puesto de trabajo, un liberado político normalmente duplica o triplica su salario al acceder al cargo, o renuncia a la dedicación exclusiva para así poder cobrar su magnífico salario como Consejero de alguna gran empresa, empresario… y además cobrar por asistencia a Plenos, Consejos Rectores, etc…
2.- Para ser Delegado Sindical primero hay que ser trabajador, haber obtenido un puesto de trabajo, que en el caso de las Administraciones Públicas supone el superar una fuerte Oposición por los principios de Igualdad, Mérito y Capacidad, hay que demostrar que vales. Para ser liberado político, al parecer según en qué partido, basta como mérito tener un carné de afiliación y capacidad de tragaderas para aferrarse al cargo.
3.- Los liberados sindicales tienen conciencia de clase e ideología que defienden a capa y espada, con errores a veces por supuesto, pero no condicionamos nuestras ideas ni cambiamos de filas para poder sentarnos en las poltronas tan bien remuneradas como ha hecho este señor.
¿Tendrá algo que ver en sus declaraciones, que se acercan las elecciones y hay que hacer méritos para garantizarse un hueco en las listas, para poder seguir teniendo un magnífico sueldo, no vaya a ser que tenga que volver a un Centro de Salud a pinchar traseros, hacer curas y tomar tensiones –tareas todas ellas muy dignas-, con un horario controlado, y por la tercera parte de lo que cobra ahora como Concejal?
Eso, si su admirada Presidenta y el Consejero efebo -el señor Güemes-, no los han privatizado ya todos, y acaba en la plantilla de alguna gran constructora de las que gestionan ahora la Sanidad madrileña.
Si no, no encontramos explicación a tal momento de gloria ante los focos de un personaje que lleva una legislatura tan anodina y gris como su propia figura.
Por favor, léase la legislación laboral y descubrirá que la actividad sindical está considerada como tiempo efectivo de trabajo y aplique el principio de proporcionalidad y, el mismo rigor que solicita para nosotros, aplíqueselo usted pero multiplicado por el salario que recibe, que manda huevos, como diría su colega de partido, que usted gane más que un Ministro -por aún no tenemos muy claro el porqué-, insultos a cargos electos por los trabajadores aparte.
Nunca es tarde para disculparse, que la soberbia es pecado y Rouco no sabemos si se lo va a perdonar.
PD: Podéis ver el espectáculo circense de este individuo (más la actitud del compañero que tiene al lado, que se parte de risa, no sabemos todavía muy bien porqué) en el siguiente enlace: